LA HISTORIA DEL SOMBRERO
La historia del
sombrero
Durante el
periodo de la antigüedad, los griegos llevaban solamente capas redondas que se
llaman pilos.
Los romanos
normalmente llevaban sombreros redondos y filosos durante fiestas y
espectáculos religiosos. El Imperio Romano declaró el sombrero un símbolo de la
libertad. Por eso, esclavos librados recibían un sombrero como regalo.
Durante la Edad
Media era normal llevar sombreros de paja. En el siglo 16 apareció la primera
vez el cilindro.
En el siglo 19, sombreros tenían un
significado político. Por ejemplo, llevar un sombrero de fieltro mostraba una
convicción democrática. Tener un sombrero individual demostraba riqueza y
bienestar. Los sombreros eran grandes y decorados con aves, plumas y otras
cosas.
EL SOMBRERO
El sombrero es una prenda con copa y ala que cubre la
cabeza. Es una pieza unisex , la utilizan tanto hombres como mujeres como
defensa contra el frío o el sol y también como adorno; en algunos casos puede
indicar diferencias sociales y en este caso varía según la dignidad y por
razones rituales.
Antiguamente se cubrían la cabeza con una
especie de tocado que no se puede considerar propiamente como un sombrero; por
ejemplo, los antiguos egipcios llevaban sobre la cabeza un casquete de cuero o
de tela; el faraón cubría su peluca normalmente con un amplio pañuelo listado,
pero en las ceremonias oficiales llevaba una tiara blanca o un gorro rojo. En
Mesopotamia se usaban turbantes o birretes de piel; por su parte, los
sacerdotes israelitas llevaban un sombrero cónico, alto, de color blanco. Durante
la época minoica las mujeres de Creta adornaban sus cabezas con tocados de
formas muy variadas. Más tarde, en Grecia, y después en Roma, no existió una
prenda exclusivamente para cubrirse la cabeza, ya que era frecuente hacer
servir con esta finalidad una especie de amplios mantos.
En la Edad
media las mujeres ponían a veces en sus cabellos cintas entrelazadas, plumas o
flores; sin embargo, prefirieron el alto bicornio con velos que colgaban desde
la parte superior y llegaban hasta los hombros. El traje medieval masculino
incluía una amplia capucha que caía sobre la espalda, en 1300 se sustituyó por
una especie de birrete estrecho en la frente y provisto de una cola que colgaba
a derecha o a izquierda, según la clase social o el partido a que pertenecía
quien lo llevaba.
El verdadero
sombrero nació en el siglo XIV y adquirió gran popularidad en toda Europa,
aunque sus formas variaron de un país a otro. El traje renacentista halló en el
sombrero su complemento más suntuosos; los materiales preferidos fueron el
terciopelo o el paño, adornados con plumas, cintas y piedras preciosas;
mientras tanto, el pueblo seguía llevando capucha y después adoptó un sombrero
de forma redonda. Al imponerse la moda de la peluca en el siglo XVII, el
sombrero se hizo muy ancho y se adornó con encajes y plumas de forma semejante
en los caballeros y en las damas. Durante casi todo el siglo XVIII predominó el
tricornio, esto es, un sombrero con el ala plegada alrededor de la cabeza, de
modo que formara tres puntas. La Revolución francesa hizo renacer la moda de
los sombreros sencillos, parecidos a cofias o birretes y adornados con
escarapelas. El sombrero femenino del siglo XIX sirvió a una moda ostentosa y
se diferenció claramente del masculino, mucho más sobrio.
Las materias primas más usadas para la confección de los
sombreros femeninos fueron la paja, el paño, el terciopelo, el raso y el
fieltro; a veces se hicieron muy sencillos, pero, por lo general, se adornaron
con plumas y cintas y a principios del siglo XX se completaron con un velo que
caía sobre el rostro. Para los hombres un sombrerero londinense creó el
sombrero de copa o chistera, que actualmente sigue siendo el clásico de
ceremonia; una variante del sombrero de copa fue el Clac (ya en desuso),
montado sobre muelles y que se podía plegar y aplanar.
A Finales del siglo XIX y principios del XX estuvieron de
moda el bombín y el sombrero de paja y el flexible; este último de fieltro
blando, es en la actualidad el tipo de sombrero masculino más usado.
Entre los
pueblos primitivos el sombrero ha tenido con frecuencia significación social y
mágica; son ejemplo de ello los complicados cubrecabezas de muchos jefes de
tribu africanos. Un caso semejante es el del sombrero cónico usado en la Edad
Media, emblema característico de magos y hechiceras, al cual se atribuía
significado diabólico.
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